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lunes, 11 de julio de 2016

Vámonos al campamento Cucamonga

Ya estamos en verano y es temporada de vacaciones para algunos. Y los campamentos son el destino vacacional de muchos. Acabar el colegio, coger un autobús con todos tus compañeros para pasar unas semanas lejos de tus padres y pasártelo en grande en el río con las canoas y contando historias de miedo en la hoguera… ¿qué? ¿Qué no soy la única que no ha vivido eso? Menos mal. Sí, eso es mucho más americano. Yo como mucho me conformaba con ver películas sobre el tema y decir: oye, que bien se lo pasan. Aunque yo en un sitio así me imagino más bien en plan Miércoles Addams.

Y una de esas películas que NUNCA me cansaba de ver en mi infancia era Camp Cucamonga, aunque en España fue traducida como Movida en el campamento, más exacto que las traducciones de Google, sí…


Vista hoy en día ya con mis años, porque sí, la vi hace poco en un ataque de nostalgia de los míos, me parece de lo más absurda del mundo, porque ni siquiera es divertida. Pero en mis años de niñez, pues oye, entretenida era y el argumento era lo más de lo más: Una chica tímida, con camisetas de Mötley Crüe, que todos los de su clase pasan de ella porque no es guay, pero conociéndola y conociéndola se va haciendo amiga de todos. Nada típico, ¿verdad? para nada.

Pero no nos engañemos, esta película es una joya. De verdad de la buena. Y es que, después de haber crecido en los 90, con todas las series que eso implica, y encontrarte en una sola película a todos los niños estrella de la tele juntos, causa muchos feelings. Bueno, quien dice todos, dice unos cuantos, pero ya me entendéis.
Tenemos a unos Danica McKellar y Josh Saviano, Winnie Cooper y Paul Pfeiffer de Aquellos maravillosos años, que decidieron dar de lado por un momento al exceso de protagonismo de Kevin Arnold y destacar por sí solos en el campamento. También al mismísimo Steve Urkel de Cosas de Casa y a Candace Cameron (ahora también Burke), la DJ Tanner sin sus Padres Forzosos pero con la misma personalidad de soy la más guay y lo sabes.


El prota era el rubio guapo de ojos azules (para más tópicos), Chad Allen, cara habitual en varias series de los 80. Y, no era un niño, pero también salía el mítico Cliff Clavin de Cheers (el cartero. Yo tampoco los conocía bien por los nombres). Faltaba Zack Morris, pero no estaba nada mal el desfile de caras famosas con el que cuenta la película. Con decir que la menos conocida de todo el reparto era Jennifer Aniston… Sí, también trabaja en esta peli y de hecho fue la primera de toda su carrera. Hacía un papel larguillo, de monitora que acaba con el monitor, claro, pero no dejaba de ser una de tantas que ni sabías cómo se llamaba y ¿quién iba a decir que acabaría poniéndose a años luz de todos esos niños que estaban destinados a ser estrellas y que se quedarían sólo en el recuerdo? Desde luego Candace Cameron no.



Y con todos ellos, ¿realmente importa el argumento de la película? NO. Es de las que hay que ver sí o sí, sólo por el reparto. Da igual si es lo más típico del mundo, que ya sepas como va a terminar en cuanto ves la primera escena, si las situaciones no te las crees ni con esa mente inocente de 10 años, si no te causa las risas que te causaban Este niño es un demonio y otras pelis de la época. Da exactamente igual. Es la primera película de Jennifer Aniston y si te has tragado todas y cada una de ellas d. RG. (después de Rachel Green), como es mi caso, esta hay que verla con mayor motivo, porque sí además puedes ver el divinismo de Winnie Cooper y DJ compitiendo por el mismo chico (y adivinad quién gana. Debieron coger esa idea de la misma vida real, cuando ambas estaban enfrentadas por ¡Jeremy Miller! Aka Ben Seaver), cuando no te las imaginabas ni trabajando juntas, resulta ser, ya lo he dicho, una joyita de película. Uno de esos clásicos escondidos.




Es de esas cosas de la infancia que merece la pena rescatar a día de hoy, de hecho mola más verla en la actualidad aunque sólo sea para criticarla y reírte (más de ella que con ella) y, estando en verano, es hasta apropiada para una tarde de esas aburridas. O noche.