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lunes, 25 de enero de 2016

¿Te acuerdas de... Aquellos Maravillosos Años?

Las series, como todo en la vida, cambian por completo de parecer según la edad y mentalidad que tengas cuando las veas. Y eso es lo que me ha pasado con Aquellos maravillosos años. 



De pequeña me resultaba tremendamente aburrida. No había chavales metiéndose en líos disparatados que a ti no te pasarían ni en un millón de años, ni diciendo frases ingeniosas con las que reírte. Ni siquiera había risas enlatadas, ¿en qué estaban pensando? Lo que había era un niño aprendiendo a ser mayor en un mundo real, en los años 60. Y todo contando por una voz en off de su yo adulto (Cuéntame cómo pasó es de lo más original, ¿verdad?). ¿Qué podía tener eso de entretenido? En serio, para mí era la serie más aburrida del mundo. Sin embargo la bendita nostalgia me hizo acordarme de ella hace no mucho y me atreví a verla de nuevo

Para quien no la recuerde, o no la haya visto oye, que hay de todo, la serie trataba sobre la vida de Kevin Arnold. Literalmente. Esa era toda la historia. Ya me gustaría a mí tener su memoria para acordarme ahora de todo lo que yo hacía desde los 13 a los 17 años con conversaciones incluidas… 

A su alrededor estaba su familia, con unos padres de lo más conservadores y sus hermanos mayores. Wyane, un capullo insoportable y Karen, la inolvidable hippie. Por favor, que gran personaje. Y cómo no, los amigos con los que se abría paso en el difícil mundo de la secundaria. Su inseparable amigo Paul Pfeiffer, el típico gafitas sabelotodo que durante muchos años ha existido la leyenda urbana de que el actor que lo interpreta era en realidad Marilyn Manson. Lo que sí es cierto es que el personaje de Milhouse Van Houten de Los Simpson está inspirado en Paul. Clavados si son, no sólo en el físico, también en lo pesaditos que son. 
Pero para personas importantes en la vida de Kevin, estaba Winnie Cooper, su vecina-mejor amiga-primer amor. Lo cierto es que la chica era una sosa empedernida y una tontita creída de tener tres guantás en la cara de vez en cuando, pero ambos formaban una de las parejas más reales y míticas de la historia de la televisión. 




Está muy lograda esa vivencia del primer amor, contada paso a paso, con todas las dudas que surgen. En el primer capítulo se dan su primer beso, que curiosamente ese fue también el primer beso de Danica McKellar en la vida real, y ninguno se olvida nunca del otro a pesar de haber tenido otros novietes a lo largo de la serie. Hacen sufrir los criajos con sus vaivenes de ”ahora te quiero, ahora no” justificados por estar en la edad tonta y por la altura de Fred Savage, que según cuentan, la pareja estuvo separada parte de la serie porque Danica era bastante más alta que él. Vamos, que ella creció más rápido y resultaba gracioso verlos juntos cuando se tenía que agachar para darle un abrazo. Pero en definitiva Winnie siempre está presente en todos los momentos importantes en la vida de Kevin. Sonorá muy moñas, pero esta relación me parece de lo más bonita y entrañable. Es justo como se dice, que el primer amor nunca se olvida y te marca para bien o para mal. 






















También hay otros amigos determinantes que va conociendo con el paso de los años o profesores que hacen mella en la vida de Kevin, como bien dice el adulto del futuro. La trama no tiene más que eso, ver cómo crecen estos niños y resuelven sus problemas. Pero tiene una serie de moralejas, metáforas y reflexiones que son más valoradas vista con ojos de adulta porque siendo pequeña, al menos yo con mi mente de fliparse con los Power Rangers, no las tenía en cuenta, ni las entendía tanto. Pasaba por alto esos grandes detalles y me quedaba sólo con el conjunto, de ahí a aburrirme. 

También hay que sumarle el gran final que tuvo, con sus cosas inesperadas. en mi opinión de 10. 
Otra cosa que no apreciaba, básicamente porque por entonces no eran conocidos, era la cantidad de importantes actores que han pasado por esta serie. David Schimmer sin ir más lejos, interpretó durante varios capítulos al novio-marido de Karen (perdón por los spoilers eh). Otro pre-friends como el hermano de Phoebe, Giovanni Ribisi, fue uno de los amigos de Kevin en bastantes capítulos también. Pero hay cameos de la talla de Jim Caviezel, Juliette Lewis, Seth Green, Alicia Silverstone o Eric Dane. Y no, no me olvido de que aparecieron Zack Morris, Screech y Punky Brewster y el hermano del prota, un pequeñajisimo Ben Savage. Todo ello acompañado de una banda sonora impresionante, que tengo hasta el disco si si, con clásicos de los ’60 o ’70 y la mítica canción de cabecera, que quién no ha crecido con ella, no sólo por la serie. 




Si alguien no ha visto esta serie, ahora está en la edad de disfrutarla, digo yo, y si la visteis de pequeños, deberíais darle otra oportunidad ahora. A modo consejo, que aquí no obligo a nadie.
Actualmente, aquella aburrida serie que recuerdo, puedo decir que es de las mejores que he visto.

miércoles, 13 de enero de 2016

Empezamos

Año 2016. Cory y Topanga le han cedido el mundo a su hija Riley. Kelly y Brenda volvieron a encontrarse. DJ, Kimmy y Stephanie serán las madres forzosas (como traduzcan esta serie así me voy del planeta). Amanda… bueno, siempre será Amanda. Los ’90 están de moda, si es que han dejado de estarlo alguna vez, y así lo demuestran los cientos de remakes y reboots (y no me hagáis hablar de las películas no autorizadas de Lifetime) que no paran de llegar a estos días. Mucho están tardando ya en llamar de nuevo a nuestras puertas Las Gemelas de Sweet Valley o Tia y Tamera por ejemplo, pero tiempo al tiempo. Los ’90 han vuelto para quedarse, sí.


¿Y no será que los guionistas se han quedado sin ideas y por eso recurren a las series que de verdad molaban? Sí, también es eso. A ver, las series de ahora también molan, que nadie me mate antes de tiempo. Las series siempre molan y si amas ese mundo, sea cual sea tu gusto, en cualquier época vas a encontrar al menos una que te encante y te marque, siempre defiendo eso. Pero hay que reconocer que las series de antes tenían un encanto especial que no tienen las de ahora, aunque sea simplemente por la forma de verlas. Antes se disfrutaba más una serie. La emitían y tú la veías, no había más. Podía ponerse de moda y podías comentarla con tus amigos en clase, pero no había Redes Sociales en las que discutir o hacerte el interesante diciendo "yo la veía mucho antes que tú" porque todo el mundo la veía a la vez y al mismo ritmo, no había competiciones de a quien le gustaba más una serie porque tarde menos en verla, ni de voy a ponerme al día corriendo porque si no me hacen spoilers. 

Si te perdías un episodio pobre de ti, porque no había forma de volver a verlo y sí, llegabas a recuperar el hilo de las tramas, pero siempre tenías ahí un hueco que no se llenaba con nada y te hacía preguntarte miles de cosas capítulo a capítulo que avanzabas.
Siempre se podía echar mano del VHS y programarlo cuando sabías que ibas a salir o cuando lo echaban a horas indecentes, pero no era lo mismo que verlo en “directo”. Que yo no me he levantado a las 6 de la mañana los fines de semana para ver mi serie favorita, no que va… Porque esa es otra. No sabías lo que era sufrir hasta que ponías la tele a la hora que empezaba tu serie pero te encontrabas con otro programa sin previo aviso. ¿Y ahora qué? Te tocaba mirarte todos los teleprogramas de la semana (¡o el Teletexto por favor!) a ver cuando era el nuevo día y hora en el que la iban a emitir o si la volvían a emitir. Era toda una incógnita. En esos recorridos igual tenías suerte y te topabas con una serie nueva que, ¿por qué no? la echabas un vistazo sólo por ver de qué iba ya que estaba ahí y al año siguiente estabas tan enganchado que repetías el mismo proceso cuando ya no lo estaba. Eso era el verdadero sufrimiento y en el fondo nos gustaba porque tenía mucho mérito ver una serie completa. Mucho.

Ahora te descargas compras (ejem) una serie y la ves del tirón, no te da tiempo a saborearla. O vale sí, la ves en la tele porque quieres que tenga audiencia (sí, claro), pero te pierdes un capítulo y te la repampinfla (no sé si existe realmente esa palabra, pero siempre me ha gustado) porque tienes mil sitios donde verlo. Ya no se sufre como antes.

Tengo miles de ejemplos más, pero a lo que realmente iba es que las series de los ’90 eran especiales. Siempre he dicho que es la mejor época de la televisión, bajo mi opinión, claro está. Pero también está claro que no soy la única que lo piensa, a los hechos me remito. Hoy en día las puedo seguir viendo, de hecho lo hago, que disfruto con ellas con un aire más diferente a como lo hago con las de ahora. También es cierto que a algunas el paso de los años no les ha sentado bien y reconozco que a día de hoy son bastante infumables y pienso: “¿Cómo me podía gustar esto?” pero me gustaba y con eso es suficiente para que hoy pueda verlas, aunque sea para criticarlas, y sentir nostalgia de la buena.

Y todo este rollo amigos míos para decir que sobre todo esto va a tratar este blog, para recordar todas esas series y también películas, que no las he nombrado pero se da por hecho que alguna voy a meter, ¿no? ¿No? bueno, fallo mío. 
Dejando a un lado lo que pienso de los remakes y reboots, que, salvo excepciones, los odio por si queréis saberlo así rápidamente, creo que está bien dar a conocer a sus originales o recordarlas si ya las conocías.
Y eso es lo que haré aquí, hablar (o mejor dicho, escribir) de todas las series y películas que me parecen dignas de comentar de los ’90 y alguna caerá también de los ’80. Buena época también, aunque estoy menos familiarizada por aquello de que me pillaron con pocos años y nada más nacer aun no veía series, menos mal que eso duró poco y he podido ver bastantes de esa década.

Tampoco faltarán esos personajes que marcaron o los actores más característicos de aquellos años y por supuesto habrá un hueco para todas las series de actualidad que quiera comentar en su momento (actualidad para mí es desde el 2000, con sus 16 años y todo).
Poco a poco espero ir afianzándome aquí e ir creando secciones que ya iré comentando, porque acabo de empezar y aun es pronto para prometer y anunciar nada, que luego no quiero lloros y lamentos si no lo cumplo, pero alguna idea ya tengo.
Como siempre digo, no soy blogger ni pretendo serlo, sé que tengo mucho que mejorar. Sólo soy una amante de las series que quiere compartir sus humildes conocimientos sobre todas y cada una de las que ha visto, que no son pocas.
Si te quedas, gracias y espero que te guste.